El Supremo se pronuncia: finalmente los clientes serán quienes paguen el impuesto de hipotecas
Situación histórica, y candente, la vivida durante las últimas horas desde la sede del Tribunal Supremo en la madrileña calle Marqués de la Ensenada. Después de dos largos día de un dividido y extenso debate, el Supremo ha terminado decidiéndose a favor de los bancos en el polémico tema del pago del impuesto de hipotecas.
Un asunto que saltaba a la palestra hace escasas tres semanas, el pasado día 16 de octubre, cuando el Tribunal Supremo anunciaba la decisión de atribuir a las entidades bancarias los costes del impuesto de hipotecas. Una decisión que beneficiaba enormemente a los clientes pero que suponía un duro varapalo para los bancos, que en caso de ratificarse dicha decisión, deberían hacer frente a unos costes cercanos a los 3.361 millones de euros.
Tras el anuncio público de esta decisión del Supremo, las consecuencias no tardaban en aparecer: la Bolsa se desplomaba en los días consecutivos al anuncio, debido en mayor parte a la caída en los valores de las principales entidades bancarias que conforman el IBEX. Ante esta circunstancia extraordinaria, el Presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, anunciaba la concreción de un nuevo debate que ratificase esta decisión para el día 5 de noviembre.
Un debate encarnizado que no pudo llegar a una conclusión el mismo día 5, sino que se extendió hasta bien entrada la tarde de ayer mismo, día 6 de noviembre, cuando por fin hubo una decisión definitiva: el Tribunal Supremo cambia de opinión sobre el impuesto de hipotecas tras 15 acaloradas horas de debate: ahora serán los clientes quienes deban hacerse cargo del mismo.
Con un resultado final traducido en 15 votos contra 13, la decisión supone un brusco cambio en el criterio original anunciado el 16 de noviembre. Y, como cabía esperar, la respuesta ciudadana no ha tardado en hacerse oír ya desde ayer por la mañana, con decenas de ciudadanos apostados ante las puertas del Supremo y solicitando la ratificación a favor del cliente y no de la entidad bancaria.
Después de la decisión definitiva del Supremo, en la que jugó un papel clave el voto del presidente de la sala, Luis Díez-Picazo, han sido muchas las voces, ciudadanas y políticas, que han salido a la palestra para criticar duramente este cambio de parecer, motivado, según ellos, más en intereses personales y económicos que en el favor del pueblo.
De haberse ratificado la decisión original de cargar con este impuesto a las entidades bancarias, no solo se habría debido reintegrar a los contratantes de hipotecas de los últimos cuatro años los importes de este valor, sino que además, se habría procedido a la renovación y actualización de una jurisprudencia que lleva vigente, y casi inmutable, 20 años.
Como era de esperar, los bancos consideran que la seguridad jurídica ha sido conservada por el Tribunal Supremo y, lo que es más importante, festejan esta decisión en la Bolsa, con unas fuertes subidas por encima del 1,5%; como son los casos de el Sabadell, con una subida del 6,1% o de CaixaBank, del 5,5,%.
Todavía con los nervios a flor de piel y con un ambiente más que caldeado entre los sectores políticos y ciudadanos, ¿Que opinión les merece este drástico cambio de parecer protagonizado por el Tribunal Supremo?